Miguel Ángel Asturias en las tablas

Desde
la simplicidad escénica y la economía de utilería, el elenco cumplió con las
exigencias de la versióndel dramaturgo Hugo Carrillo de la novela homónima de
Miguel Ángel Asturias, dirigida en esta oportunidad por René Estuardo Galdámez.
La lumbre bajo la podredumbre nunca antes me supo tan bien. Esta vez di mi
brazo a torcer con Asturias y me ganó por completo.
Ahora
bien, de mis observaciones comparto lo positivo, por ejemplo, la solvencia
histriónica de cada uno de los actores. Me refiero a las interpretaciones
rotativas que potencializan la versatilidad del actor, mayormente con el recurso
de la máscara animal tomado del teatro de lo grotesco. Un elenco de diez
actores cumplió a cabalidad con una representación teatral estructurada para 40
personas. ¡Impresionante!
Este
año se celebran 50 años desde que Miguel Ángel Asturias ganó el Premio Nobel de
Literatura y la puesta en escena de su obra cumbre fue una decisión acertada.
Por supuesto, quisiera extenderme más en mis apreciaciones tanto desde el lado
del público como desde el estudio estético de las letras y del teatro. Sin
embargo, decido no hacerlo para no anticiparme a lo que puede ser para el
asistente una experiencia reveladora que estoy segura golpeará su sensibilidad
como ciudadano alerta a los cambios políticos del país; cambios que sobre las
tablas no parecieran cambios sino espirales descendentes donde poco o nada ha
cambiado. Así lo hizo notar el actor guatemalteco José Raymundo Coy, que formaba parte del público asistente. Coy compartió su experiencia de cuando trabajó como parte del elenco en el estreno de la obra el 14 de noviembre de 1974. En aquella oportunidad, dijo el actor, el Señor Presidente era representado por un títere tamaño natural adornado con una bandera de Guatemala cruzada sobre el pecho y un sombrero tejano simbolizando la hegemonía de Estados Unidos. En esta ocasión el Señor Presidente es una máscara gigante que al cierre de la obra utiliza una nariz roja como la que utilizan los payasos. ¿Le es familiar? Quédese usted con la última palabra y déjese sorprender.
La
obra se seguirá presentándose hoy viernes 28 de abril y mañana sábado en la sala
Manuel Galich del teatro de la Universidad Popular. Hago el llamado a asistir
a la función para que no les suceda lo que a mí y se queden en las afueras del
teatro vestidos, alborotados y con el brazo sin torcer.
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