Cuilapa, Centro de Las Américas

El Centro de Las Américas está ubicado en Cuilapilla. Un poblado muy cerca de la cabecera departamental Cuilapa. Sin embargo esta información es cuestionable porque se debe más a un mito que a un dato científico comprobado.

 El nombre Cuilapa proviene de la lengua nahuatl de los mexicas que acompañaron a Alvarado en su travesía hacia Cuscatlán. En su paso por Escuintla, Guazacapán, Ixhuatán, Cuajiniquilapa y Los Esclavos (Comunidades Xincas). Los mexicas fueron bautizando poblados, y a los pobladores de esta región que hablaban nahuatl, pero con una variante que a los mexicas les parecía "gracioso" la forma de hablarlo. Así nace Cuajiniquilapa por la abundancia del cushín, fruta endémica de la región. Al cuilapense también se le conoce como cushín.

 El mito se hace poderoso en el imaginario de un pueblo, y es la magia del mito la que lo hace grande.

 Cuajiniquilapa se acortó por Cuilapa ya que era muy difícil pronunciarlo...

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 El lugar que ocupa el nuevo parque era un sitio de tierra con cuatro entradas y donde el famoso "Pogio", pintor poco apreciado pero de un gran talento. Solía parquear su caballo en una de las cuatro entradas de dicha plaza. Los muchachos en una ocasión le trenzaron la cola, momento de gran noticia en el pueblo y molestia para el pintor.

 También fue lugar de venta de temporada de los sandilleros que venían de otros departamentos a vender su producto. Los jóvenes solíamos lanzarnos cáscaras de sandía en la espalda como un juego. Y ay de aquellos tiempos de feria donde nos colábamos en la rueda de caballitos. Al menor descuido nos tronaba la espalda un cinchazo si el dueño nos controlaba.

 La temporada de circos era otro momento especial!! Se hacía un recorrido por el pueblo con los animales exóticos para anunciar su presencia. Pirrín solía andar en zancos convirtiéndose en un payaso gigante que a todos los niños nos impresionaba y le pedíamos a nuestros padres que nos dieran dinero para la entrada. El que no podía se colaba por los lados de la carpa, y con la suerte de no ser atrapado si lo cachaban porque recibiría tremendo trancazo.

 Las noches de otros momentos eran para jugar barra, escondite o intentos de baseball.

Las noches también era para los circuitos de bicicleta alrededor de la plaza donde nunca faltaba un mal herido; pero que se levantaba del suelo con gallardía.

 Siempre solemos decir eran mejores tiempos! ... Pero las nuevas generaciones dirán lo mismo.

 


 

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