La cultura del miedo

Mural Escuela de Historia - USAC
Por: L. Mejía R.
¿Es la cultura del miedo, la cultura de dominación a través del terror en Guatemala?
El propósito de este ensayo es mostrar la forma en la que el ejército va construyendo de forma sistemática su mecanismo de control a través de la cultura política de dominación, para luego convertirse en el gobierno paralelo más poderoso y clandestino de Guatemala.

Carlos Figueroa Ibarra en su ensayo El recurso del miedo, nos enfrenta a una realidad sociológica de Guatemala. Sociología política que intenta dar una explicación represiva del estado partir de los golpes militares que moldearon el curso de los acontecimientos post-revolucionarios. Otra razón, y quizás la más importante para el autor, fue comprender las motivaciones y razones como víctima de la tercera ola donde fueron asesinados sus padres. Tema que se explicará más adelante sobre las tres grandes olas del terror estatal.

El período que toca analizar son los años 1979-1982, pero centra su atención en 1982. Una época de máximo terror en Guatemala. El ensayo propone una explicación científica al fenómeno del terror estatal desde la ciencia social con una visión marxista en la lucha de clases y weberiana por la acción social donde el Estado tiene el control de la fuerza física para sostener el orden.

El análisis del terrorismo de Estado tiene que partir […] de las características del desarrollo capitalista en Guatemala, de las luchas de clases que éste ha implicado, de las tareas económicas que el Estado ha tenido que cumplir, de las peculiaridades de la penetración imperialista, así como de las tradiciones de comportamiento político de las clases sociales en pugna, que han cristalizado dicho proceso de desarrollo capitalista. (Figueroa, 1991, pág. 12)

Otro motivo que lleva a Carlos Ibarra a realizar su investigación, fue la necesidad de una identificación del Estado guatemalteco a través de los gobiernos militares, luego de la caída del gobierno Jacobo Árbenz. Iniciando con el General Miguel Ydigoras Fuentes, hasta llegar al golpe de Estado por el General Efraín Ríos Montt.

La forma de ejercerla es a través de la propaganda negra (terrorismo ideológico), el terror clandestino y el abierto.

El impacto en la población se traduce en miedo, terror, paranoia y una sensación de impotencia y debilidad. El ciudadano en consecuencia llega al estado de conformidad, pasividad ante la desigualdad y la opresión.

Guatemala vivió tres grandes olas del terror estatal:

1. 1954 - Desarticulación de los movimientos obreros, campesinos y populares.

2. 1966-1971 - Desarticulación de los movimientos revolucionarios (guerrilla urbana y rural).

3. 1978 – La masacre de Panzós, la disolución violenta de la manifestación popular por reinvindiciones económicas y libertades democráticas y el asesinato del dirigente estudiantil Oliverio Castañeda de León.

A su vez la tercera ola tiene dos momentos diferentes de lucha:

a) Primer momento del terror hacia la aniquilación de la lucha abierta, legal, pacífica.

b) Segunda la destrucción del movimiento guerrillero y la lucha de las masas armadas.

El terror en los tiempos de Romeo Lucas García.

Puede decirse de su gestión que fue una ruptura de su propia legalidad. La ola de terror que vivió en Guatemala no tiene paragón en toda Latinoamérica, relacionado con los regímenes militares. Las víctimas: campesinos, obreros de las capas medias asalariadas. Fue la continuidad de una dictadura abierta de la clase dominante. El Estado, un leviatán domesticado como lo menciona Edelberto Torres en su libro Crisis de poder en Centroamérica. (Torres, 1983).

El terror estatal abierto su propósito principal era el de difundir en la población el miedo y con ello una medida de coerción. Este tipo de terror fue más evidente en el área rural, que en la ciudad. En la ciudad la modalidad fue el terrorismo estatal clandestino, de alguna manera identificando líderes de grupos o asociaciones. La idea impactar en la población al eliminar físicamente a sus líderes. La propaganda negra fue también otro aspecto cuya intención era intimidar a la población con el tema de la infiltración del “comunismo”.

El terrorismo ideológico como lo menciona Ibara (1991) […] la movilización forzosa de masas en apoyo al gobierno, han sido recursos –al igual que el mantenimiento o restauración de las formalidades democrático-burguesas y el mito de la neutralidad del Estado- para la creación de un consenso activo y construir por esa vía la hegemonía burguesa en Guatemala. (pág. 35)

El terrorismo estatal pasivo en el régimen de Lucas se utilizó como mecanismo de dominación de la voluntad. “En pocas palabras, el objetivo fundamental del terrorismo de Estado es crear una suerte de consenso pasivo, aniquilando la voluntad de transformación en el seno de la población” (Figueroa, 1991, pág. 37).

El terror selectivo, otro mecanismo de dominación que ya se venía utilizando en los anteriores regímenes militares, pero durante el gobierno de Lucas pasó del terrorismo selectivo al terrorismo masivo.

El selectivo se caracterizó por la eliminación o desaparición de personas o grupos relacionados con la oposición al Estado. Nuevamente la idea era la de generar temor en la población, con la idea de estar enlistados y con gran posibilidad de ser liquidados. Los “condenados a muerte” como lo indica el libro de Ibarra, eran precedidos de ataques psicológicos. En la cita a pie de página indica.

He aquí el texto de una de las misivas enviadas a un grupo de universitarios en octubre de 1979: “El Ejército Secreto Anticomunista le ha venido siguiendo los pasos y ha constatado que usted propicia la subversión comunista internacional con la ayuda de sus incondicionales en México, El Salvador y Nicaragua, por lo cual recibe un alto salario. Por esta razón le hemos condenado a muerte y su ejecución será la No. 11 a partir del 20 de octubre” (Figueroa, 1991, pág. 39)

El terror masivo fue utilizado a su máxima expresión durante los gobiernos de Kjell Eugenio Laugerud y Romeo Lucas García. Los eventos más relevantes en ambos gobiernos están marcados por el primero, con la masacre de Panzós en 1978 y del segundo con la operación policial y subsiguiente masacre en la embajada de España, en enero de 1980.

El nacimiento del centauro, es el nombre que le da Carlos Figueroa Ibarra al dictador Efraín Ríos Montt que gobernó como gobierno de facto por 17 meses. Gobierno que se caracterizó por los más horrendos crímenes en la historia moderna guatemalteca. El terror masivo llega a su máxima expresión en ese gobierno.

El gobierno paralelo más poderoso y clandestino de Guatemala lo constituye la inteligencia clandestina inserta dentro del Estado: Inteligencia militar D-2 (Dirección de Inteligencia); Sección de Inteligencia S-2 y Grupos de Patrulla G-2 (“La Dos”).

Schirmer (2001) nos dice que aunque una parte del proyecto militar de 1982 establecía un aperturismo constitucional formal para satisfacer la preocupación por la seguridad, otra de las tareas delineadas en el Plan Nacional de Seguridad y Desarrollo era el proporcionar “una dirección centralizada de la lucha antisubversiva (…) mejorando los cuerpos de seguridad interna de acuerdo con la situación”

Uno de los mayores obstáculos de los presidentes civiles desde 1954, ha sido el control y la supervisión de la inteligencia militar. Por esa razón se le conoce en la sociedad guatemalteca como el gobierno paralelo, o el poder detrás del gobierno.

Castillo Armas tras el golpe de 1954 realizó una persecución para identificar y arrestar a comunistas sospechosos, todos ellos partidarios del gobierno de Arévalo y Arbenz.

En 1958 y 1963, en el gobierno de Ydigoras Fuentes, luego de la Revolución Cubana, se hizo una persecución de los oponentes del Estado, controlándolos a través de un archivo con los nombres de esas personas. Esto fue manejar un control de triangulación entre las conexiones de personas que iban y venían entre Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

1963-1966, en el gobierno de Peralta Azurdia se establece un eje de coordinación, comunicación e información central entre Policía Nacional, Cuerpo de Detectives, Guardia de Hacienda, comandancias militares, y personal de la presidencia en el Palacio Nacional, bajo la supervisión de asesores estadounidenses.

1966-1970, bajo el gobierno civil de Méndez Montenegro, pasa la Agencia Presidencial de Inteligencia a ser parte anexa de la Guardia Presidencial en el Palacio Nacional, supeditada al Ministerio de la Defensa y del Estado Mayor General del Ejército y cambia su nombre por Servicio de Seguridad Nacional de Guatemala.

1970-1974 Coronel Arana Osorio. Schirmer (2001) nos dice. “Según un jefe del Estado Mayor Presidencial, éste fue el principio de una época de “mejor relación intragrupos y la más exitosa en el combate a la insurgencia urbana” (coronel Otto Pérez Molina, Crónica, 20 de agosto de 1993:19-22)” (Hernández, 1993, pág. 21).

1974-1978. Kjell Laugerud mantuvo la seguridad bajo control por el Estado Mayor General del Ejército y en componenda con latifundistas de la extrema derecha. “En esa época, formaban un nudo tan apretado que no se podía distinguir entre la jerarquía militar, los líderes políticos y los funcionarios de gobierno” (Schirmer, 2001, pág. 263).

1978-1982. En el período del general Lucas García, la represión del Estado se intensificó con la instalación de la oficina Especial de Apoyo Presidencial y Servicios de Comunicación; y en el Ministerio de Gobernación, Donaldo Alvarez Ruíz (hasta la fecha prófugo de la ley), y en la Dirección de la Policía Nacional, el general de la G-2 Germán Chupina, quien muere en el proceso de enjuiciamiento. Todos ellos formaron el grupo CRIO (Centro de Reunión de Información y Operaciones), grupo que se encargaba de las listas negras para realizar las ejecuciones extrajudiciales.

Un exadministrador de la G-2 declaró que “El CRIO era un organismo controlado por el ejército, que realmente actuó con mucha eficacia contra las acciones subversivas y aún de la delincuencia común porque al saber de un problema en cualquier parte de la ciudad [de Guatemala], se notificaba a este organismo. Ellos, dependiendo del sector, movilizaban unidades policiales o militares y tenían mucho éxito muy rápido.” (Schirmer, 2001, pág. 273)

1982-1983. Gobierno de facto de Efraín Ríos Montt. Su régimen fue conocido por la brutalidad con la que ejerció el poder. El triunvirato que llegó al poder tras dar un golpe de Estado a Lucas García. “La junta Militar indicaron que pretendían convocar a nuevas elecciones generales, pero el 9 de junio de 1982. Rios Montt disolvió el triunvirato y se autoproclamó jefe de Estado” (Estrada, 2018).

Tras el golpe de Estado de 1982, se cambió el nombre de la Regional por el Archivos Generales y Servicios de Apoyo del Estado Mayor Presidencial –AGSAEMP, o El Archivo, o simplemente, Archivos. Se seguían llevando expedientes o archivos computarizados de estudiantes, activistas y líderes políticos y de derechos humanos, periodistas y sindicalistas, entre otros. Bajo la dirección del coronel de la G-2 Víctor Manuel Argueta Villalta, los oficiales jóvenes líderes del golpe de 1982, trabajaban (de manera irregular) con el Estado Mayor General del Ejército y la G-2, dirigiendo sus actividades de inteligencia hacia “asuntos de estado” y “opositores del gobierno” y, en general, creando fricciones con los oficiales de mayor rango. (Gramajo, entrevista) (Schirmer, 2001, pág. 274)

Hasta aquí llega el análisis de la trayectoria militar de inteligencia que ahora continúa operando a pesar de los procesos de paz y de la disolución del Estado Mayor Presidencial.

El Estado Mayor Presidencial fue disuelto durante el gobierno de Alfonso Portillo, en el año 2003. El EMP fue transformando en la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS). Según los Acuerdos de Paz el EMP debió haber sido desarticulado en 1999. (Prensa Libre, 2018, pág. 4)

La Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad –SAAS- por sus siglas. fue creada el 14 de enero de 2000, como respuesta a los Acuerdos de Paz. (…) “es una entidad permanente, con organización jerárquica y profesional, con especialidad en seguridad y naturaleza civil, bajo cuya responsabilidad está la seguridad, acciones de prevención y todo el apoyo administrativo y logístico necesario del Presidente y Vicepresidente de la República” (Gobierno de la República de Guatemala, 2019).

En el 2019 a la espera de la toma de posesión del nuevo presidente electo Dr. Alejandro Gamatei en el 2,020. Quién aseguró en su campaña política la disolución de la SAAS. ¿Veamos ahora en que se convertirá el centauro mitológico?

Referencias

Estrada, R. (02 de abril de 2018). Efraín Ríos Montt: una historia controversial y polémica. elPeriódico. Recuperado el 17 de octubre de 2019, de https://elperiodico.com.gt/nacion/2018/04/02/efrain-rios-montt-una-historia-controversial-y-polemica/

Figueroa, C. (1991). El recurso del miedo: ensayo sobre el Estado y el terror en Guatemala. San José, C. R.: EDUCA.

Gobierno de la República de Guatemala. (19 de agosto de 2019). Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad -SAAS-. Recuperado el 17 de octubre de 2019, de https://www.saas.gob.gt/

Hernández, I. (20 de agosto de 1993). Los ojos y los oídos que no se van a cerrar. Crónica, 289(6), 19-22. Recuperado el 17 de octubre de 2019, de http://www.cronica.ufm.edu/index.php/DOC287.pdf?gsearch=

Prensa Libre. (10 de abril de 2018). Estado Mayor Presidencial: el poder tras el trono. Prensa Libre, págs. 3-4. Recuperado el 17 de octubre de 2019, de https://www.prensalibre.com/hemeroteca/estado-mayor-presidencial-de-guatemala/

Schirmer, J. (2001). Intimidades del proyecto político de los militares en Guatemala. Guatemala: FLACSO.

Torres, E. (1983). Crisis del poder en Centroamérica. Costa Rica: EDUCA.


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