70 años de formación bibliotecológica universitaria

El día sábado 24 de febrero del presente año, se dio inicio a la celebración de los 70 años de fundación de la Escuela de Bibliotecología.

Comparto con ustedes parte de mi trayectoria bibliotecológica por 29 años aproximadamente:




ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA                                24/02/2018
FACULTA DE HUMANIDADES                                       Lybny Oziel Mejía Romero
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

1. ¿Podrían explicar por qué decidieron estudiar Bibliotecología y si su percepción de la carrera cambio durante su formación?

Inicialmente no empecé con la idea de estudiar la carrera de bibliotecología. Ingresé a la Facultad de Humanidades para estudiar el Profesorado de Enseñanza Media del Idioma Inglés, después de haber aprobado el Examen Específico en forma oral y escrita. Quizás la clave de decidirme y cambiar de carrera, fue gracias a la licenciada Sonia Lidia Yac, directora en ese momento de la Escuela de Bibliotecología, quien con sus charlas de orientación, habló sobre la carrera de bibliotecología. Sus palabras fueron bastante convincentes y consideré que la ciencia de la información podrían interesarme. La carrera de bibliotecología no la consideraba realmente como una opción de trabajo, ya que para entonces trabajaba en una empresa de mantenimiento industrial. La oportunidad se me presentó cuando una compañera de estudios necesitaba a una persona para hacerse cargo del Centro de información de CEMAT.

¿Si mi percepción de la carrera cambió durante mi formación?  Claro que sí, quizás en tres etapas de ella:

·         La primera contar con la venia de mi compañera de estudios y jefe, quien tenía mucha experiencia en temas sobre Tecnología Apropiada y Desarrollo Rural. Se iniciaba un nuevo proyecto para instalar bibliotecas comunitarias en seis lugares del país:

o   La Unión, Zacapa
o   San José Poaquil, Chimaltenango
o   San Andrés Semetabaj, Sololá
o   San Andrés Iztapa, Chimaltenango
o   Chichoy Bajo, Patzún, Chimaltenango
o   Biblioteca WakxakiBatz, Chimaltenango, Chimaltenango

Esta experiencia me permitió conocer la realidad del país y conocer también la realidad del occidente y oriente. Como decía una voluntaria de Alemania que nos acompañaba en esos trayectos –Oriente y Occidente son como dos países diferentes, en occidente la gente no opina y en oriente la gente opina de casi todoLa razón, Guatemala estaba en todavía en guerra interna. Es más, nosotros para poder llevar libros y documentos al interior del país debíamos portar un salvoconducto como garantía para los puestos militares en occidente.

·     La segunda una pasantía de 6 meses en la Universidad de Urbana-Champaign en 1998. El programa del Centro Mortenson. Nos permitió recibir clases con estudiantes de bibliotecología y utilizar todos los recursos disponibles de la Facultad. Parte de esos recursos fue contar con acceso a bases de datos, cuota en servidor de archivos para diseño de páginas web y transferencia de datos en Gopher (uno de los sistemas de Internet para divulgar información; en cierto modo es considerado un predecesor de la Web y de programas que ahora conocemos). Otro aspecto fue haber recibido técnicas para hablar en público, herramienta importante para los planes futuros del Centro Mortenson para llevar capacitaciones en la región centroamericana (Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica).
·         
    La tercera Ser parte del Comité Organizador de los Simposios Nacionales de Bibliotecología por 10 años. 


Diez años al servicio de la comunidad bibliotecológica de Guatemala y Centroamérica:
Simposio de Actualización y Proyección
2001-2010

En ciudad de Guatemala, en el mes de septiembre del año dos mil uno, la directora de la biblioteca de la Universidad Rafael Landívar, en esa fecha Licenciada Rosa Regina Romero de De la Vega, y el sub-director Licenciado Jorge Arturo Estrada, ambos Bibliotecólogos egresados de la Universidad de San Carlos de Guatemala, concibieron la idea de realizar una actividad por el Día del Bibliotecario, el cual se celebra en Guatemala, cada 30 de septiembre.

Se presentó la propuesta al Vice-rector Académico de ese entonces, el recordado Dr. René Poitevín Dardón, académico y gran colaborador de las unidades de información, quien dio su aval para que se organizara el Primer simposio de Bibliotecarios.

Considerando que era una actividad para los bibliotecarios principalmente, se logró hacer un acercamiento con la Asociación Bibliotecológica de Guatemala, entonces presidida por nuestro recordado colega Lic. Roberto Hernández Rafael, para que fuera partícipe de esta empresa. Se logró contar con todo el apoyo de las autoridades de la Universidad Rafael Landívar (URL), entidad académica a cargo de La compañía de Jesús.   Siendo el rector Monseñor Lic. Gonzalo de Villa, S.J., quien abriera las puertas a los bibliotecarios, y de esta manera se inició una actividad que, durante diez años ininterrumpidos, ha sido un evento esperado por connacionales y centroamericanos que han reconocido la oportunidad de actualizarse en este Simposio de Actualización y Proyección Bibliotecológica.

Ese primer simposio realizado en el Edificio O de la URL, sirvió de tribuna para dar a conocer experiencias, innovaciones bibliotecarias, productos informativos con niveles balanceados de ponentes nacionales e internacionales, principalmente de México.

Cada uno de los simposios ha tenido una temática específica, con la intención de profundizar sobre ella, y para lograr reunir a distintos profesionales en torno a un mismo tema, pero con distinto ángulo de percepción y de experiencia particular.
 2. Cómo visualizan hoy la Bibliotecología en el país. Cuáles consideran que son sus puntos clave. 

Es una realidad, que la situación del país no está pasando por sus mejores momentos. Cuando la economía se contrae, quizás una de las profesiones que recibe ese embate es nuestra profesión. ¿Por qué? Porque las recesiones económicas conllevan a reducir presupuestos y las bibliotecas son las principales en los planes de reducción de gastos: congelación de plazas, eliminación de algunas, y compras mínimas para operación. 

Por otro lado, existen estudios que muestran que la percepción de los bibliotecarios por los jóvenes indica que no requieren de una formación universitaria, y que además califican el que hacer bibliotecario como una actividad de poco prestigio.

 Esto indica que hay un mal entendido de lo que en realidad implica el papel de un bibliotecario. Esto es probable que también se deba a que los jóvenes apenas hayan tenido un escaso contacto con bibliotecas escolares, públicas y académicas. Esta situación conlleva a una falta de consciencia por la profesión y a una falta de apreciación del bibliotecario y el medio laboral.

Los puntos clave:
Concientizar a los jóvenes sobre la variedad de actividades que se pueden hacer dentro de una biblioteca y la amplia gama de oportunidades disponibles dentro de la profesión.

Cultura general: Conocimientos sobre diversas materias para desempeñar un mejor trabajo de organización y de servicios de referencia para usuarios.

Vocación y Actitud: No hay ninguna duda de que el bibliotecario es una figura clave para el desarrollo de la sociedad actual, porque garantiza el acceso a la información y aun con sus conocimientos adaptados a los últimos avances tecnológicos, no puede cumplir en forma efectiva y eficiente su trabajo diario, si no cuenta con una actitud siempre positiva, excelente predisposición para atender al público y una vocación de servicio.

Trabajo en equipo y saber escuchar: Implica unir conocimientos, habilidades y valores de los miembros a favor de todos y con ello, cada individuo aprende del otro y con el otro a corregir errores, potenciar debilidades y descubrir fortalezas que conlleven al crecimiento del equipo.

Actualización constante: Herramientas tecnológicas -Puede decirse que casi todas las funciones tradicionales del bibliotecario han sufrido transformaciones y, además, han surgido tareas nuevas. Los bibliotecarios de hoy en día son consultores, imparten cursos de formación y diseñan sistemas informáticos; además, con la aparición de Internet nos hemos convertido en expertos en búsquedas en la red, y hasta en diseñadores de páginas web y de intranets.

Conocimiento de un segundo idioma: Hoy en día el manejo de más de un idioma es vital para tener una carrera profesional más fructífera. Las compañías requieren capital humano más capacitado.  El aprendizaje de otros idiomas permite enriquecer la vida, experimentar nuevas ideas, ejercitar la mente, beneficiarse de la diversidad cultural mundial, obtener becas para estudios de posgrado, trabajar en una empresa transnacional, además de una capacidad para expresarse ante los demás de un modo comprensible, aumentando así las relaciones sociales.

3. Consideran que existe campo laboral para ustedes? ¿En qué áreas?

Existen los espacios para la profesión, pero también es necesario trabajar conjuntamente para lograr que esos espacios. En Costa Rica tuve la experiencia de observar que la profesión bibliotecológica está reconocida en la rama de la educación. Una biblioteca en el sector de educación debe estar dirigida por un bibliotecario. Las capacitaciones que los bibliotecarios reciben están avaladas y reconocidas por el Ministerio de Educación y deben contar con un mínimo de horas para contar como créditos.

En Guatemala la mayor parte de bibliotecas escolares están dirigidas por profesionales de otras disciplinas, especialmente por maestros y algunos pedagogos. Considero que es tiempo para trabajar conjuntamente, para que la profesión sea reconocida por los ministerios que más están relacionados con nuestra profesión: Cultura y Educación.

El trabajo voluntario también es otra oportunidad de reflejar las habilidades que como bibliotecarios podemos aportar. El trabajo voluntario no requiere una vocación de vida, tampoco que se le dedique toda una jornada laboral. Un par de horas algunos días es suficiente para hacer la diferencia. 
“En nuestros días, el bibliotecario debe ser un enciclopedista poseedor de una gran cultura general y, al mismo tiempo, un profesional bien formado”
José Ortega y Gasset (1883-1955) Filósofo español

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